jueves, 26 de diciembre de 2013

HABLEMOS DE SEXO CON LA PAREJA Y TENGAMOS UN MEJOR SEXO


En una relación el sexo es muy importante y puede convertirse en un punto de satisfacción o de frustración. Hablar de ello con nuestra pareja es fundamental para que este mejore.
En una pareja es imprescindible compartir gustos y necesidades, especialmente en el plano sexual, ya que el único modo de poder mejorar las relaciones sexuales es ponerlo en común y aprender juntos. De este modo, hay que compartir tanto lo bueno, lo que nos gusta, como lo malo, lo que no nos complace.
Sin embargo, hablar no vale de cualquier manera ni en cualquier momento sino que es importante saber hacerlo. Y es que es un tema en el que se vuelcan muchos conflictos de otras áreas. Es muy típico castigar a la pareja sin sexo tras algún enfado, a pesar de que el motivo de disgusto no tenga absolutamente nada que ver con el ámbito sexual.
Entonces ¿cómo tenemos que tratar este tema? Lo primero de todo es escoger bien el momento en el que hablar sobre esto con nuestra pareja, un momento en el que nadie interrumpa ni se entrometa en las opiniones o necesidades de cada uno así como que ambos estéis relajados y tranquilos. Preferiblemente que no sea después de realizar el coito ya que en este instante nos encontramos en un estado de vulnerabilidad que puede desviar lo que sentimos y necesitamos, así como lo que verbalizamos.
También es imprescindible hablar con nuestra pareja desde el amor, evitando la humillación o el ataque, evitando herir su sensibilidad. Y como no, siendo claros, concretos. Dentro de esta claridad podemos puntualizar el no mezclar discusiones como antes decíamos, no utilizar el sexo como castigo cuando se trata de otro tema, ya que, como consecuencia, estaríamos privándonos a nosotros mismos de disfrutar de la máxima intimidad y entrega de nuestra pareja. En este aspecto la tonalidad con que nos dirigimos a nuestra pareja es muy importante, debe ser desde la confianza, invitando a la intimidad y no desde la tensión.
Pero no sólo hablando podemos influir, sino que hay otra manera: observando nuestro cuerpo. Donde hay gustos hay colores como se suele decir y es que cada uno disfruta de una manera, por ello no hay normas que funcionen para todos sino que cada uno ha de conocer su propio cuerpo y qué es lo que mayor placer le produce haciéndoselo saber a su pareja. Para ello, podrían ser muy útiles juegos sexuales como un modo de explorar zonas erógenas y salir de la rutina.
Las relaciones sexuales en pareja pueden ser fuente de conflicto por diversos motivos. No permitas que este tema cree distanciamiento, háblalo con tu pareja, mejora vuestras relaciones sexuales y como no, vuestra relación en general.

Mª Isabel  Naranjo Castro
Psicóloga Agencia Matrimonial Cyclo