martes, 25 de febrero de 2014

En Clave Erótica

foto enclave erotica
Trabajo-coche-supermercado-tele-cama-trabajo.O sólo trabajo-cama-trabajo. ¿Es ésta tu rutina? Seguramente, como la de muchos de los que estáis leyendo esto. Si además añadimos algunas preocupaciones y la falta de tiempo (¡Siempre la falta de tiempo!) nos encontramos con una combinación perfecta que desconecta nuestro cuerpo. Torpes para excitar y excitarnos (no sólo sexualmente), nos volvemos incapaces de disfrutar de placeres eróticos en nuestro día a día. ¿Qué ha pasado? Tú capacidad erótica ha disminuido.
Pero el erotismo no es sólo sexo, sino placer. Cuando nuestra capacidad erótica disminuye no sólo disfrutamos menos del sexo, sino también de olores, besos, abrazos, miradas, pensamientos, imágenes o caricias.
Salgamos en busca de placer...
¿Cómo? Manteniendo nuestra mente en clave erótica. Es decir, abriendo nuestro cuerpo y nuestro pensamiento a ese placer que está esperándonos en forma de miradas diferentes, pensamientos cálidos, pequeños contactos, abrazos o buen sexo.
Mantener la mente en clave erótica consiste en reservar un espacio al erotismo, para percibir y experimentar el placer de nuestro alrededor desde la perspectiva de lo sensual. Algo así como ponernos una gafas eróticas con un efecto contrario al cansancio y a la rutina.
J.Y. Desjandins y C. Cépaultdesfinen la imaginación erótica como "la facultad del ser humano autoerotizarse mentalmente por la creación de fantasías". Es decir, pensar, imaginar, recordar o fantasear ayudará a que nuestro cuerpo y nuestra mente conecten con el placer, el deseo y la motivación sexual 
¿Cómo puedo hacer esto?
Para empezar, al igual que algunas personas coleccionan sellos, te sugiero que tú colecciones lo que te erotiza. Pueden ser poesías, novelas, películas (no tienen porqué ser porno), fotografías, materiales, frases o recuerdos de miradas concretas. Con este ejercicio, mantendrás las gafas puestas, experimentando más fácilmente el erotismo y además te habrás hecho con una colección de placer siempre a tu disposición para ayudarte.

martes, 11 de febrero de 2014

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de seducir y conquistar?





Seducir y conquistar es un arte, es una habilidad que se maneja como si hubiéramos nacido con ella, pero toda habilidad se puede aprender y mejorar sabiendo unos pequeños trucos ¿Te gustaría practicar?
Las relaciones sociales son unos de los aspectos más importante de nuestra vida, por ello, es muy importante que sepamos sacarle partido a nuestra simpatía y al atractivo social que desprendemos. Para esto veremos algunas claves.
El primer paso en el proceso de seducción  es acercarse a esa persona con la que queremos mantener algún tipo de relación, no podemos esperar que surja la oportunidad sino que tenemos que buscarla y crearla. Nos toca tomar la iniciativa si queremos que haya una interacción para que poco a poco conectemos físicamente o incluso aparezca la atracción. Por supuesto es muy importante no olvidar que este proceso se da poco a poco, paso a paso y nunca de golpe. 
En este proceso de seducción debemos usar dos estrategias:
  • La comunicación verbal
  • La comunicación no verbal
La simpatía y atractivo físico se verán automáticamente incrementadas si manejamos la comunicación en general.
La conversación como estrategia es imprescindible, puedes ser muy atractivo y conseguir incluso que la primera interacción la provoque la otra persona pero si cuando te toca interactual verbalmente fallas, el atractivo no te sirvió para mucho.
La conversación fluirá poco a poco pero si te cuesta no está de más que ensayes, pienses temas de conversación que a ti te interesen y que hablen de ti pero también busca temas que puedan interesar a la otra persona, especialmente busca preguntas clave que faciliten esos temas de conversación que puedan resultar interesantes para la otra persona. Interésate por su vida, por lo que le gusta y muéstrate receptivo en la escucha, que sienta estás interesado. Haz preguntas abiertas, cuya respuesta no sea un sí o un no sino que pueda extenderse en la respuesta, regala información positiva, es decir, saca a relucir tus puntos fuertes desde la humildad, nunca vayas dando pena o hablando sobre tus ex, malas experiencias... esta es una mala estrategia.
La comunicación no verbal en el proceso de seducción puede llegar a ser incluso más importante que las palabras. Entre los componentes no verbales podemos enumerar: el contacto visual, el tono de voz, el volumen y la velocidad, los gestos de la cara y manos, la postura, la vestimenta, el contacto físico o la distancia.
De entre todos estos me gustaría resaltar la mirada, ya que esta es un canal paralelo al lenguaje hablado y hay que saber utilizarla para que estén sincronizados. Son muchos los estudios que indican que la gente que mira más es vista como más agradable así que saquémosle todo el partido posible a nuestra mirada.

Si miramos a nuestro interlocutor conseguiremos mayor respuesta que si estamos mirando hacia otro lado, esto es un indicativo de que seguimos la conversación y de que nos interesa. Sin embargo hay que tener en cuenta que un exceso de contacto ocular muy fijo y continuo puede resultar molesto a nuestro interlocutor. Si retiramos la mirada estamos indicando desinterés, timidez, sumisión o sentimientos de superioridad. Por ello, hay que sacar calibrar la mirada, directa y continua, mostrando interés pero no fija.
La postura corporal es otro aspecto a tener en cuenta. No sólo de nuestro cuerpo sino también de nuestra cara y manos también. Es importante que todo se muestre sincronizado, el cuerpo siempre erguido mostrando seguridad, los brazos y manos en consonancia con nuestra conversación verbal. Movimientos excesivos de brazos pueden dar sensación de nerviosismo al igual que mantenerlos quietos o cruzados pueden dar sensación de no quererse abrir a la otra persona.
La distancia física que interponemos con la otra persona siempre ha de ser adecuada a las circunstancias. Hay quienes incluso expresan esto en centímetros. La distancia personal es ese espacio a modo de esfera protectora que nos gusta mantener entre nosotros y el resto de los individuos y está valorado entre 50 y 125 cm. Dependiendo de la intimidad que tengamos con esa persona, tendremos en cuenta esta distancia para dar un poco más de margen o acercarnos.
No dudes en practicar y observarte en todos estos aspectos porque la práctica es imprescindible para poco a poco desarrollar al máximo esta habilidad. Si fallas no tires la toalla, es cuestión de perfeccionar.
Agencia Matrimonial Cyclo